sábado, 27 de junio de 2015

Miro la pantalla del móvil, una, dos, tres, perdió la cuenta, no se podía creer lo que estaba pasando. Después de tantos años sin verse, sin saber de él, sin tener ninguna noticia. Aunque a veces se acordaba de su pequeña adolescencia con él. Y aunque no tuviera noticias de la vida de él, eso era buena señal, significaba que estaba bien, no tenia porque preocuparse. Pero ese día cambio todo, tuvo noticias, y los recuerdos empezaron a bombear la mente, el pecho se le encogió en un puño, y no podía parar de llorar. Recordaba como se habían querido, como había sido su primer amor con él, que por suerte había sido el, y lo mejor de todo es que ese amor fue mutuo. Empezó a recordar cada sonrisa que habían vividos juntos. Cuantos momentos tenía guardados en aquel CD que lo había guardado como recuerdo, aunque en realidad la mente no le fallaba. Recordó su olor, su manera de andar, de hablar, de hacer el tonto, de contar anécdotas que la mayoría no eran ciertas, hasta recordaba las peleas que habían tenido en el tiempo que fueron uno. Pero todo acabo, acabo de una manera que jamas se podría imaginar. Ese día fue el peor día de su vida, lo tacho del calendario para el resto de su vida. No se acaba porque él estaba con otra, no se acababa porque se pelearan, porque por esa regla hacia ya demasiado tiempo que se había acabado, esta vez era para siempre.
Cerro los ojos lo más fuerte que pudo, y quiso imaginarse por un momento de nuevo con él delante. Sintió un abrazo y un beso enorme,  pero al abrir los ojos, vio que solo era su imaginación, su mente le estaba jugando una mala pasada. Él ya no era, no podía serlo nunca. Volvió a cerrar los ojos y a voces le grito lo que sentía, sabia que él de una manera u otra se iba a enterar, sus palabras de amor eran más fuerte que su llanto y su pena. Lo quería de una manera diferente a los demás, era un amor de niños, esos que nunca se olvidan, y siempre lo llevaría en lo más profundo de su corazón, aunque ya no estuviera, aunque ya jamas lo volviera a ver reír. Con todo el dolor de su corazón, le dejo flores en su tumba, con un beso enorme, un llanto que la mataba por dentro y con miles de recuerdos que ella siempre guardaría por los dos..

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